Bioeconomía en Chile: oportunidades y desafíos

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Frente al complejo problema que representa el cambio climático para la humanidad, unido al constante crecimiento de la población y la creciente escasez de recursos, es fundamental explorar alternativas concretas que amplíen las dimensiones de análisis en torno a construir un camino que nos conduzca hacia la transformación del modelo productivo mundial.

La Bioeconomía es, en términos generales, un modelo de desarrollo económico que promueve la sostenibilidad del medio ambiente o la biologización integral de la actividad económica a través de la producción y el uso de recursos biológicos basándose en el conocimiento para proporcionar bienes, procesos y servicios en todos los sectores económicos. En términos simples, la Bioeconomía es una oportunidad de desarrollo económico que considera el ciclo biológico de materias primas dentro de un modelo de economía circular, abarcando todos los sectores y sistemas que dependen de la extracción, explotación y procesamiento de recursos de origen biológico. Este modelo interrelaciona ecosistemas terrestres y marinos, y todos los sectores e industrias de producción primaria que usan y producen recursos biológicos para la producción de bienes y servicios. Bajo esta definición, la Bioeconomía surge como un nuevo paradigma cuyo objetivo principal es transformar el modelo de producción lineal, potenciar la Economía Circular y desarrollar nuevos procesos, productos y mercados, siendo una herramienta para la formulación de políticas públicas de desarrollo productivo bajo un enfoque intersectorial que requiere de un alto nivel de innovación, investigación y desarrollo tecnológico.

En Europa, la Bioeconomía ha estado presente en el diseño de políticas públicas de desarrollo productivo desde hace más de 2 décadas, con una fuerte componente en el PIB de países tales como Finlandia, Alemania, España, Francia y Noruega, quienes han profundizado su desarrollo durante los últimos 10 años en diversos sectores económicos e industrias emergentes. Latinoamérica, aunque su desarrollo es lento, no se queda atrás en esta materia. Costa Rica, Uruguay y Colombia son casos ejemplificadores con políticas que buscan generar una transformación en sus matrices productivas bajo modelos de “soluciones basadas en la naturaleza” (SbN). Un ejemplo para la región es el programa de Bioeconomía y Desarrollo Productivo liderado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), quienes han participado recientemente en la primera reunión de la Iniciativa Global sobre Bioeconomía del G20 en Brasilia.

Hoy, según el Foro Mundial de Bioeconomía, este modelo de desarrollo económico se valora en más de 4 billones de dólares y podría alcanzar los 30 billones en el año 2050. En Chile aún no se observan avances estructurales en esta materia a pesar del valioso capital natural que tenemos. Es posible encontrar proyectos de innovación en algunas empresas, mesas de trabajo y programas de colaboración especialmente entre universidades regionales. Claro está que no estamos aprovechando una valiosa oportunidad para potenciar la transformación productiva del país.

La Universidad de Concepción ha sido una institución líder en este ámbito, quienes en mayo de 2023 participaron en una gira tecnológica por universidades finlandesas en el marco del convenio en Bioeconomía: “Fostering Green Transition: Bioeconomy in Chile and Finland”, que busca contribuir a la transformación de los sistemas de producción y consumo hacia aquellos basados en recursos naturales renovables. La industria forestal nacional es un sector productivo de especial relevancia para el despliegue de nuevas cadenas de valor en torno a la Bioeconomía.

En el avance creciente de este modelo se observa un accionar proactivo liderado desde el sector privado, la industria, centros de investigación y la academia. Especialmente en Europa, tanto la industria como diferentes actores privados, han elaborado y promovido diferentes roadmaps de trabajo con sus respectivas instituciones públicas en torno al diseño de estrategias nacionales para la construcción de una visión compartida sobre el desarrollo económico sostenible. Esta combinación de factores es fundamental para que Chile inicie un proyecto a largo plazo para el desarrollo de la Bioeconomía y logre capitalizar beneficios en torno a la reactivación económica, la generación de empleos verdes, promoción de la innovación, la investigación científica y el desarrollo tecnológico, la diversificación y sofisticación de su matriz productiva y su tan anhelada descarbonización para el año 2050.

 

Por:
Felipe Ahumada
Ejecutivo Gerencia de Capacidades Tecnológicas, CORFO

 

 

 


Referencias:

  1. Haarich, S. Bioeconomy development in EU regions – final report. 2017.
  2. Rodríguez, A. Aramendis, R. Mondaini, A. “El Financiamiento de la Bioeconomía en Países Seleccionados de Europa, Asia y África”. CEPAL. 2018.
  3. Bonaccorso, M. The European path to Bioeconomy runs through clusters. Renewable Matter. International Magazine on the Bioeconomy and the Circular Economy. 2014.
  4. German Bioeconomy Council. Bioeconomy Policy Synopsis and Analysis of Strategies in the G7. Bioeconomy Policy. 2017.
  5. Ahumada, F. Bioeconomía y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: una clave transformadora para la estrategia de CORFO. Universidad de Chile, 2020.
  6. https://dri.udec.cl/udec-en-el-mundo-convenio-internacional-para-impulsar-la-educacion-en-bioeconomia-entre-universidades-chilenas-y-finlandesas/

 

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